Alimentación en la parálisis cerebral | HCP | vivirconlaparalisiscerebral

Nutrición
DIFICULTADES EN LA ALIMENTACIÒN

Es necesario abordar las dificultades de alimentación en la parálisis cerebral para evitar la desnutrición, el retraso del crecimiento, las deficiencias de micronutrientes, la osteopenia y las enfermedades concomitantes nutricionales.1

Preguntar al cuidador las siguientes cuestiones puede ayudarle a evaluar mejor la situación de la alimentación del niño con PCI:2

  • ¿Le dedica más de 3 horas al día en darle las comidas?
  • ¿Las comidas son estresantes para usted y su hijo?
  • ¿Su hijo tiene síntomas de problemas respiratorios? (tos, atragantamiento, ahogo, apnea, etc.) 
  • ¿Ha observado un aumento de la congestión nasal, enrojecimiento facial o llanto durante las comidas?
  • ¿Ha notado algún cambio en la calidad de la voz durante las comidas?
  • ¿Ha observado si su hijo no ha ganado peso en los últimos 2/3 meses? (especialmente en los dos primeros años de vida)

Si es posible, para ayudarle a identificar los problemas específicos de alimentación del paciente con PCI, puede llevar a cabo una observación de la ingesta en la consulta para apreciar mejor cómo come su paciente.

Si sospecha la presencia de un trastorno de la deglución, sería deseable realizar una evaluación adicional con una videofluoroscopia2.

 

Referencias bibliográficas:

  1. Romano C et al. European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Guidelines for the Evaluation and Treatment of Gastrointestinal and Nutritional Complications in Children With Neurological Impairment. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2017;65(2):242-264.
  2. Scarpato E et al. Nutritional assessment and intervention in children with cerebral palsy: a practical approach. Int J Food Sci Nutr. 2017;68(6):763-770.

La disfagia es el problema relacionado con la alimentación más frecuente en niños con parálisis cerebral de moderada a grave.1

Un niño con disfagia tiene dificultades para preparar el bolo alimenticio durante la fase oral y/o llevar a cabo la deglución de los alimentos (sólidos y/o líquidos). Estos problemas son más frecuentes en niños con tetraplejía espástica.2

Varios signos podrían indicar que el niño con PCI presenta disfagia. Aquí se encuentra una lista parcial de posibles signos: 2

  • Tos y/o atragantamiento durante y/o después de la ingesta
  • Cambios en el color de la cara durante la alimentación
  • Cansancio/sudor durante la alimentación
  • Dificultad para retener la comida en la boca
  • Tiempo excesivo para comer
  • Cantidad excesiva de comida restante en la boca (sin tragar)
  • Tos crónica y/o infecciones respiratorias de repetición
  • Insuficiente ganancia de peso

El profesional sanitario dispone de diferentes elementos que permiten o facilitan el diagnóstico y evaluación de la disfagia.

Herramientas diagnósticas en la evaluación de la disfagia
Antecedentes de alimentación detallados (anamnesis)
Exploración clínica (especialmente exploración neurológica)
Observación de la ingesta (postura, número de degluciones, duración de la toma, agarre de utensilio)
Videofluoroscopia

Tabla de herramientas para el diagnóstico Fuente: DeLegge MH. Enteral nutrition and the neurologic diseases. En: Rolandelli RH. Enteral and Tube Feeding, eds. 4th ed. Elsevier, Inc., 2005, p. 410.

La disfagia en la parálisis cerebral infantil no solo puede provocar una ingesta insuficiente (deglución no eficaz) que derive en desnutrición y/o deshidratación, sino que también puede provocar una serie de problemas respiratorios, como neumonía, debido a las aspiraciones recurrentes (deglución no segura). La aspiración es una complicación grave de la disfagia en la parálisis cerebral que requiere un control estricto y una intervención cuidadosa para su prevención. Su diagnóstico precoz puede cambiar la vida del paciente, más si cabe en determinadas circunstancias en las que puede tratarse de una aspiración silente que se detecta por complicaciones de la misma.

Los principales factores de riesgo de las aspiraciones son:3

  • Necesidad de postura supina prolongada del paciente
  • Episodios de aspiración previos
  • Reducción del nivel de consciencia
  • Enfermedades neuromusculares y anomalías estructurales del tracto aerodigestivo
  • Intubación endotraqueal previa
  • Vómitos reiterados y/o reflujo
  • Volúmenes residuales gástricos persistentemente elevados

El manejo eficaz de la disfagia en la parálisis cerebral infantil requiere la colaboración de un equipo multidisciplinar que aborde des de las habilidades oromotoras hasta los problemas conductuales y las interacciones familiares pasando por el estado nutricional y de hidratación así como la función pulmonar.3

La adaptación de la textura de las comidas del paciente y garantizar una postura correcta durante el proceso de alimentación son medidas a tomar ante un paciente con parálisis cerebral que presente disfagia.

→Para más información sobre la adaptación de texturas, consulte el apartado relacionado con soluciones nutricionales

 

Referencias bibliográficas:

  1. Penagini F et al. Dietary Intakes and Nutritional Issues in Neurologically Impaired Children. Nutrients.2015;7(11):9400-15.
  2. Arvedson JC. Feeding children with cerebral palsy and swallowing difficulties. Eur J Clin Nutr. 2013;67 Suppl 2:S9-12.
  3. DeLegge MH. Enteral nutrition and the neurologic diseases. In: Rolandelli RH. Enteral and Tube Feeding, eds. 4th ed. Elsevier, Inc., 2005, p. 410. .

El reflujo gastroesofágico (RGE), es otra complicación frecuente en la parálisis cerebral1,2. Aproximadamente el 70% de los niños con daño neurológico y el 15% de aquellos con encefalopatía grave padecen un RGE3. De hecho, dado que los niños con PCI presentan un mayor riesgo de desarrollar reflujo gastroesofágico, éste puede ser una señal temprana de la existencia del trastorno neurológico4

La presencia de RGE se explica porque las alteraciones de la deglución y de la motilidad propias de la parálisis cerebral disminuyen el aclaramiento esofágico y enlentecen el vaciamiento gástrico, causando que el contenido del estómago regrese al esófago y lo irrite.

Los vómitos crónicos o la regurgitación son los síntomas más frecuentes de RGE pudiendo provocar dolor y esofagitis, ya que el líquido que regurgita tiene un ph bajo, así como enzimas y bilis. Todo ello puede derivar en rechazo o aversión a los alimentos y por tanto reducción de la ingesta, pérdida de nutrientes y riesgo nutricional.

El reflujo gastroesofágico puede controlarse mediante estrategias higiénico posturales y la prescripción de medicamentos específicos. El seguimiento de determinadas medidas, como una correcta postura del niño durante la alimentación y postponer el decúbito un mínimo de 30 minutos después de las comidas, ayudan a aliviar el RGE. El tratamiento médico del RGE con inhibidores de la bomba de protones (IBP) ha demostrado ser beneficioso en los niños afectos de una encefalopatía grave.

 

Referencias bibliográficas:

  1. Penagini F et al. Dietary Intakes and Nutritional Issues in Neurologically Impaired Children. Nutrients.2015;7(11):9400-15.
  2. Sullivan PB. Gastrointestinal disorders in children with neurodevelopmental disabilities. Dev Disabil Res Rev. 2008; 14(2):128-36.
  3. Romano C et al. European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Guidelines for the Evaluation and Treatment of Gastrointestinal and Nutritional Complications in Children With Neurological Impairment. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2017;65(2):242-264.
  4. Kim S et al. Gastroesophageal Reflux in Neurologically Impaired Children: What Are the Risk Factors? Gut Liver. 2017 Mar 15;11(2):232-36.

Los pacientes con parálisis cerebral también pueden padecer problemas derivados de su condición clínica, como:

Estreñimiento en la parálisis cerebral

Hasta el 74 % de los niños con discapacidad grave sufren estreñimiento 1.Los factores que pueden contribuir al mismo son:1:

  • Reducción de la ingesta de líquidos y fibra
  • Movilidad intestinal anormal (hipomotilidad del colon y falta de coordinación de musculatura y esfínter)
  • Inmovilidad prolongada e hipotonía generalizada (disminución del tono muscular).
  • Anomalías óseas
  • Fármacos anticonvulsivantes, opiáceos y anticolinérgicos (por sus efectos negativos sobre el tiempo de tránsito intestinal).

Los episodios recurrentes de estreñimiento en la parálisis cerebral pueden provocar disconfort, náuseas crónicas, dolor abdominal, sangrado rectal, saciedad precoz y, en última instancia, reducción de la ingesta de alimentos por una posible pérdida de apetito1. Un niño que padece estreñimiento en la PCI puede negarse a comer debido al dolor de estómago y, por lo tanto, puede no obtener la alimentación necesaria para su correcto crecimiento y desarrollo.1

El tratamiento del estreñimiento en estos niños no es muy diferente del de los niños sin discapacidad. (laxantes osmóticos y enemas si precisa). El tratamiento farmacológico debe ir asociado a un adecuado aporte de fibra y de agua en la dieta.

Obesidad en la parálisis cerebral

En algunos casos de movilidad muy limitada, los niños con parálisis cerebral presentan un mayor riesgo de sufrir obesidad.

Los niños con parálisis cerebral que sufren de sobrepeso necesitan seguir un plan nutricional individualizado con un control de ingesta calórica y estrategias para aumentar la actividad física.

Es importante diagnosticar y tratar estos problemas secundarios a la PCI a la hora del manejo de la enfermedad.

 

Referencias bibliográficas:

  1. Penagini F et al. Dietary Intakes and Nutritional Issues in Neurologically Impaired Children. Nutrients.2015;7(11):9400-15.